Ya está a la venta el libro Un mes en Tinder siendo mujer gamer que he escrito junto a Marina Amores y que ha sido publicado bajo el sello editorial de Applehead Team. La portada ha sido realizada por Jennifer Rubio y la modelo para el experimento fue Sara Labalestra. A continuación, información fundamental de libro:
Sinopsis
Vivimos en una sociedad marcada por una creciente cultura digital. Esto significa que muchos aspectos de nuestra vida cotidiana se ven mediados por tecnologías digitales. Las relaciones interpersonales, de amistad, de pareja y sexuales también entran dentro de este proceso, como demuestran Tinder y otras aplicaciones de ligue similares. Además, prácticas de ocio como jugar a videojuegos también comienzan a adquirir gran relevancia y se tornan hegemónicas en nuestra contemporaneidad, promoviendo identidades y culturas específicas. En ambos ámbitos se observan, de forma particularmente pronunciada, discursos y conductas machistas que reflejan y reproducen esquemas fuertemente arraigados a nivel social. Este libro parte de una pregunta que aúna estas dos realidades: ¿qué ocurriría si una mujer abriera un perfil en Tinder mostrando una identidad abiertamente gamer? La obra es, por lo tanto, el resultado de un experimento sociológico en el que durante un mes los autores interactuaron con más de trescientos usuarios de la plataforma Tinder a través de un perfil de mujer gamer. En este texto se exploran y analizan algunos de los patrones de conducta y discursos que muestran las asimetrías en las relaciones de género, la preponderancia de actitudes machistas e incluso misóginas, y las violencias cotidianas que se producen en contextos heteropatriarcales. Estamos ante un breve ensayo que hace accesible, con numerosos ejemplos extraídos de las centenares de interacciones llevadas a cabo, las temáticas propuestas que se basan en algunos de los preceptos fundamentales del feminismo y la sociología. Este libro permite a sus lectoras y lectores acercarse, de un modo claro y atractivo, a lo que ocurre cuando se cruzan cuestiones relacionadas con el género, la identidad gamer y las relaciones personales
Comienzo del libro
Bea, mujer, 28 años, gamer. Abre Tinder y se encuentra con numerosos matches. Jóvenes que en la foto de perfil aparecen asomándose dentro de un lavavajillas, en sus bios preguntan, quizás desesperados, por alguna chica gamer, o que abren conversaciones hablando sobre sexo y masturbaciones mientras se juega algún videojuego. Ante semejante panorama, Bea inicia, sin muchas ganas, la conversación con alguno de ellos. La cosa no mejora. Lo mismo le preguntan cuántos trofeos platino tiene en la PlayStation que la agasajan como la mujer gamer más bella jamás encontrada. Uno suelta, sin venir a cuento, que está desnudo. Otro «que se lo comería todo mientras juega». Bea no sale de su asombro. Uno de los usuarios, magnánimo, le dice que parece una chica lista y con conversación, «no como todas esas niñas huecas y tontas —la mayoría de las mujeres— que tienen moscas en la cabeza». Varios le piden su teléfono, quedar, que les hable más rápido y con más frecuencia. Bea no tiene ganas de charlar más, mucho menos darles datos personales o quedar en persona. Se enfadan. «¿Qué pasa, que te han violado alguna vez y ya no te fías?», le espetan por un lado, mientras que, por otro, se lamentan de que tengan que pagar justos (ellos mismos, se supone) por pecadores (los hombres malos, que siempre son los otros). Bea cierra la app. Otro día en Tinder siendo una mujer con un hobby “equivocado” o que no debería mostrar en público.
Índice
Introducción
Sobre Tinder: sistema de puntuación de deseabilidad y algoritmo patriarcal
Nuestro experimento: Bea, gamer, 28 años, se hace perfil en Tinder
Tinder Gamer en acción
¿Qué hace una chica como tú en una app como esta?
El test gamer
Cuidado que soy gamer y seguro que te gano
Machismo versión Tinder
Parafilias gamer y otros comportamientos inquietantes
Conclusión
Bibliografía