El pasado 20 de julio se inauguró en Madrid la exposición Homo Ludens. Videojuegos para entender el presente patrocinada por Fundación laCaixa y cuya dirección corre a cargo de Luca Carrubba. Es una exposición que estará hasta el 31 de octubre de 2021 y que se convertirá en itinerante hasta el año 2025 (esta prevista su exposición en Barcelona, Sevilla, Valencia, Palma, Tarragona, Zaragoza, Lleida y Girona).

En ella participo en la creación del concepto y guion del videoensayo “La videoludificación de lo real”, llevado a cabo junto al propio Luca Carrubba y el Grupo Lavinia. El concepto parte de la siguiente idea:

En un contexto en el que lo digital media en casi todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, y las formas de construir sentido han cambiado radicalmente, no es de extrañar que el videojuego lleve décadas siendo un artefacto socialmente relevante. En los últimos años, su importancia no ha dejado de crecer, mostrando que los videojuegos son algo más que un bien de consumo destinado al entretenimiento. El videojuego adquiere, así, una cada vez mayor aceptación y visibilidad sociales. Pero, ¿cómo afecta a la realidad que nos rodea?

En muchas ocasiones se discute cómo los videojuegos intentan imitar la realidad, hacerse más “reales”. Sin embargo, nuestra atención debería centrarse en el hecho de que la realidad es la que está empezando modelarse como si fuera un videojuego.

La videoludificación de la realidad sería el proceso por el que diferentes aspectos de nuestras vidas cotidianas son mediados por la lógica de los videojuegos; cuando contextos sociales muy diferentes, como los de las relaciones personales y sociales, el trabajo, el ocio, la educación, la guerra, la política, la salud, o el consumo, son influenciados por las estéticas, mecánicas, lenguajes, prácticas y significados de los videojuegos. ¿En qué áreas de nuestras vidas cotidianas podemos observar esta videoludificación?